lunes, 31 de julio de 2017

31/7/17 - Memphis

Nos despertamos tras haber dormido bien. Aunque el hotel tiene un cartel en recepción diciendo que está en plena zona de "cachondeo" y recomendando que si buscas algo tranquilo vayas a otro, a eso de las 00:00h ya no se oía un ruido así que bien...


A eso de las 9:00h ya desayunando. Para variar, el desayuno estaba incluido en la habitación y "sin pretensiones" pero digno. No ha estado mal...


Poco después enfilamos para visitar Graceland que es el complejo que han montado alrededor de la casa donde vivió Elvis Presley (y donde está enterrado) para sacar dinero (mucho dinero).









Se visita, por un lado la mansión donde vivió que está conservada tal cual estaba (en teoría) cuando murió. Está allí enterrado junto a sus padres y una abuela que vivió también allí.






La visita a la casa está bien preparada y te proporcionan una tablet con cascos que te guía y proporciona información adicional (fotos en puntos de la casa, videos...)










Posteriormente se visita, si lo has pagado, cosa que hemos hecho, una especie de museo con diferentes pabellones "temáticos" relacionados, por supuesto, con la vida de Elvis Presley. Cada uno de ellos, claro, con la correspondiente tienda de souvenirs.







A ver, la visita a la casa está bien... Sí, está bien. Si vienes a Memphis parece que es visita obligada por lo que "te arrepientes de haber ido" no, no me arrepiento de haber ido pero a nosotros (no siendo unos fanáticos de Elvis) nos ha sobrado la parte de exposiciones adicionales y, en cualquier caso, ´duele un poco el pastón "ingente" que cuesta la visita... Pero vamos que sí, que ya sabiendo lo que es todos hubiéramos vuelto a ir.

Hemos comido en un restaurante que había en el propio complejo y, como diría Paula: "sin más".




Después ya hemos vuelto al hotel a descansar un rato (eran eso de las 14:30h). Yo, tras leer algo de la ciudad me he ido a patearla y he constatado que fuera de las dos manzanas de calle Beale en las que se concentran los bares de música y tiendas de recuerdos, no haya nada... De hecho cuando sales de los alrededores próximos de estas dos manzanas de calle lo que te encuentras es en la más absoluta de las soledades.






He terminado este paseo asistiendo a un ritual "chorra" que consiste en ver unos patos que van desde una fuente en el interior de un hotel lujoso del centro de Memphis, por una alfombra roja, hasta un ascensor para volver a su casa en la azotea del hotel, todo ello con mucha pompa y atendido por un maestro de ceremonias... Había muchísima gente ... Digamos que "singular". Para más info: http://dondeviajar.republica.com/hoteles-tematicos/los-celebres-patos-del-hotel-peabody-de-memphis.html




Después he vuelto al hotel y resulta que todas mis acompañantes se encontraban con cierto malestar... Yo había leído algo de unos estudios famosos donde Elvis empezó a grabar sus primeros discos (Sun records) e iba a coger el coche para acercarme a verlo. Yolanda, Paula y Elena se han animado...



Tengo que decir que algo de lo que había leído era de un entusiasta de Elvis (y vivió su experiencia de Memphis como estar en el Nirvana). Describió los estudios como algo singular con un bar en los bajos de un ambiente indescriptible.... Lo que hemos encontrado es un edificio cochambroso con un bar que ya estaba recogido y un museo ya cerrado aunque hemos podido pasar ya que tenían tienda de souvenirs... En fin, menos mal que hemos venido en coche porque si nos llegamos a dar el paseo (1,5 km más menos) a pie por una calle desierta para encontrarnos "esto", nos da un telele.






Como íbamos bien de tiempo hemos aprovechado para callejear por Memphis y constatar lo que he dicho al principio, todo calles desiertas sin nada que hacer en ellas (exagero un poco pero no mucho).


Como seguíamos yendo bien de tiempo, y aprovechando que seguíamos en coche, nos hemos acercado a una sucursal de la tienda que vimos en Springfield... Sí, ya sé, ir dos veces a la misma tienda... pero es que esta está construida en una pirámide enorme (que iba para hotel y se quedó en el camino). No pensábamos entrar pero cuando hemos acercado hemos visto que, en lo alto, había una terraza con gente así que hemos entrado para ver si se podía subir.





Subir se podía, pero había que pagar 10$ por persona y ha habido unanimidad absoluta por parte de los asistentes para decidir que estos nos los ahorramos.  Ya que estábamos hemos dado una vuelta para comprobar que también tiene caimanes, unos peces gigantes y que incluye (dentro de la tienda) hasta un pequeño muelle con barcos amarrados (estos también se venden)....










Hemos tenido mucha suerte porque nos han puesto en una mesa con magníficas vistas del escenario y ha sido comenzar la música y se han pasado todos los males.









Hemos disfrutado muchísimo de la cena y del espectáculo. Mucho, muchísimo. Ha estado genial.


Después, ya, sí nos hemos ido al hotel. Mañana salimos de aquí para comenzar propiamente dicha la Ruta 61. De ésta sí que tengo muy pocas referencias así que no tengo ni idea de cómo se va a dar la cosa ni de qué veremos...

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